martes, 29 de enero de 2008

Sabias que....

En Guadalajara capital son vías pecuarias la calle del Amparo, Travesía de Santo Domingo, Cuesta del Matadero, Plaza de la Antigua, calle de Alvarfañez, plaza de la Fábrica, Puente de Piedra y que hay 2 descansaderos, el de las Cruces en pleno centro y del Basurero, cruzando el puente sobre el río Henares.

Usos comunes complementarios

(art. 32 de la Ley 9/2003 de V.P.)
Son usos comunes complementarios….
a) Recreativas y de esparcimiento.
b) Desplazamientos actividades deportivas sobre vehículos no motorizados no competitivas.
c) Senderismo y cabalgada.

d) Educativas y formativas en materia de medio ambiente y del acervo cultural.

Usos comunes compatibles

Aparte de los lógicos y tradicionales ganaderos se consideran compatibles (art. 31 de la Ley 9/2003 de Vías Pecuarias de Castilla-La Mancha)
a) La circulación de personas a pie, acompañadas de animales que permanezcan bajo su control y no perturben el tránsito ganadero.
b) El tráfico de vehículos y maquinaria agrícola y forestal para su utilización en las explotaciones agrarias a las que den acceso…La velocidad de estos vehículos no podrá superar los 40 kms./hora.

domingo, 27 de enero de 2008

Futuro de las vías pecuarias

Las Vías Pecuarias deben adaptarse a los tiempos actuales, es cierto que en su mayoría ya no tienen la utilidad para la que fueron creadas y no son necesarias para el transito ganadero (contemplado por ley), pero es un patrimonio que ha sido mantenido a lo largo de los siglos y que no podemos dejar perder y menos aún para el beneficio de unos pocos y que en algunos casos está suponiendo el enriquecimiento personal por la especulación del terreno. Pueden tener una gran utilidad como corredores verdes ecológicos como forma de enlace entre zonas de mayor riqueza biológica y para el esparcimiento de los ciudadanos (senderismo, ciclismo, caballos).
Las leyes actuales tanto a nivel nacional como autonómico protegen, en teoría, totalmente a las vías pecuarias ya que son consideradas bienes inalienables, imprescriptibles e inembargables pero, en la práctica, estamos viendo como desaparecen ante nuestros ojos diariamente por varios motivos.
En muchos términos municipales de Guadalajara existen proyectos de clasificación de las vías pecuarias realizados en los años 50 ó 60 con planos de la época en los que figuran de forma detallada la mayoría de ellas, pero las tierras, especialmente las de labor, han sufrido bastantes transformaciones en los últimos años por lo que resulta bastante complejo identificar en ellas el trazado actual de la vías. Aún en los casos en las que han sido clasificadas, la inmensa mayoría de ellas se encuentra todavía sin deslindar y con los años y al dejar de ser utilizados por el ganado han ido perdiendo su anchura original por lo que han quedado reducidas a simples caminos rurales a los que incluso se ha cambiado su trazado original, por lo que resultan prácticamente imposible de identificar por lo que requieren un gran trabajo de investigación.

Problemática actual



Durante el siglo pasado estos desplazamientos conocidos como trashumancia perdieron importancia debido a la disminución del número de cabezas de ganado en régimen extensivo y a que los desplazamientos se empezaron a realizar con otros medios de transporte como camiones o trenes que resultaban más rentables económicamente.
Esto dio lugar a que la mayor parte de las vías pecuarias dejaron de ser utilizadas para el fin que fueron creadas y paulatinamente se fueron abandonando, principalmente en las zonas más
próximas a las grandes ciudades, por lo que su terreno empezó a ser utilizado para otro tipo de actividades. En algunos casos las zonas donde existía más agricultura fueron labradas por los agricultores colindantes y, en otros, utilizadas por los propios ayuntamientos para lo más variado desde la construcción de depósitos de agua (Alovera), escuelas, plazas de toros (Horche, Aldeanueva, Ciruelas),
áreas recreativas, frontones (Aldeanueva) o simplemente como vertederos incontrolados (Malaga del Fresno) en los que se podía echar de todo sin que costase dinero y sin necesidad de permisos (escombros, muebles, basuras, aceite, etc.).
En muchos casos, debido a las concentraciones parcelarias realizadas y proyectos de clasificación, a mediados del siglo pasado se modificó su trayecto y anchura, siendo sustituidas, en el mejor de los casos, por descansaderos (Cabanillas del Campo) o por las llamadas “parcelas de reemplazo” (Fuentes de la Alcarria), parcelas que se daban en otros lugares del término y con frecuencia alejadas de la vía pecuaria original y normalmente en terrenos con escaso o nulo valor y con una superficie equivalente a la ocupada en ella. En otras muchas ocasiones han llegado a desaparecer totalmente dándose los casos curiosos de vías pecuarias que discurren con normalidad por un término y al entrar en el colindante desaparecen como tal vía pecuaria, quedando solo como un camino de labor o simplemente desaparecen (Cabanillas del Campo).
Otros motivos muy importantes que han influido en la desaparición de muchas vías pecuarias son las infraestructuras de transporte, carreteras, autopistas y vías férreas (AVE),
que han hecho que en muchos casos hayan sucumbido bajo ellas.
Por otro lado están las interrupciones ocasionadas en las vías pecuarias por las carreteras al mismo nivel, lo que obliga a cruzar la carretera para poder continuar, con el consiguiente peligro que esto supone, o que sencillamente han quedado interrumpidas definitivamente por las mismas, principalmente por las autopistas o vías férreas (AVE), ya que no siempre se ha construido un paso elevado o subterráneo para dar continuidad a las vías pecuarias o, en el mejor de los casos, se ha desplazado el paso varios cientos de metros.
Infraestructuras que se han aprovechado de las vías pecuarias mediante su ocupación han sido las conducciones tanto subterráneas como aéreas (agua, luz, teléfono, etc.) que aunque no han provocado su desaparición, en muchos casos han supuesto un gran beneficio para el promotor (público o privado) a costa de un bien de dominio público, ahorrándose un buen dinero con expropiaciones o permisos de ocupación, ya que en la mayoría de los casos ni los llegaba a solicitar.
La situación se ha agravado de una forma brutal en los últimos años con el tema del urbanismo salvaje que no ha respetado las vías pecuarias existentes, pasando en algunos casos a ser convertidas en calles asfaltadas del pueblo o ciudad (Guadalajara), de la urbanización (Torrejón del Rey, Pioz) o viales de acceso a las mismas. En otros casos se ha respetado su anchura original pero o se han abierto calles en sus laterales (Galápagos), puertas de acceso a las parcelas (Pioz, Valdeaveruelo) en los casos más favorables, o se han construido viviendas en las mismas siendo ocupadas total o parcialmente por las construcciones o jardines de los particulares (Galápagos).
Los vallados por parte de propietarios de fincas también es otro caso muy frecuente en la provincia cortando su paso totalmente con alambradas fijas o poniendo puertas que en muchos casos están cerradas con candados (Guadalajara, Yebes, Fuentelahiguera)



Otro atentado reciente que están sufriendo es la moda de las motos de “trial”, “quads” y vehículos todo-terreno que a pesar de tener prohibida la circulación por ellas es cada vez más frecuente ver su utilización por estos vehículos y con el agravante que tiene Guadalajara de la proximidad a Madrid en el que al existir un mayor control de estas actividades provoca su desplazamiento hacia las zonas colindantes en las que existe mayor impunidad por la escasez de vigilancia.

Breve Historia


Haciendo un breve resumen conviene recordar que, aunque la trashumancia del ganado en la Península Ibérica se pierde en la historia, las Vías Pecuarias como tales fueron concebidas en tiempos de Alfonso X el Sabio con la creación, a partir de asociaciones y cofradías de ganaderos, de la Mesta para facilitar el tránsito ganadero por el territorio peninsular y poder trasladar el ganado de un lugar a otro para un aprovechamiento totalmente racional de los pastos según la época del año. Estas vías consistían en unas grandes rutas que atravesaban prácticamente todo el territorio nacional de Norte a Sur y de Este a Oeste.
Las Vías Pecuarias consistían en unos caminos cuya anchura estaba establecida según el tipo de vía que se tratase, siendo las principales las llamadas Cañadas Reales que tenían una anchura establecida de 90 varas castellanas (75,86 metros), aunque su anchura no siempre era fija pudiendo aumentar o disminuir según la Cañada y por el lugar en que transcurriesen. A estas Cañadas principales se iban uniendo otras de menor anchura y que provenían de los diferentes pueblos o lugares de pastos y cuyo nombre cambiaba según su anchura en Cordeles (hasta 37,5 metros) Veredas (hasta 20 metros) y Coladas de anchura inferior a las anteriores.
Además de los caminos había descansaderos, cabañas, abrevaderos y toda la infraestructura necesaria para los desplazamientos. Todo ello conformaba una red de caminos que atravesaban nuestros campos y pueblos.

Pérdida de Patrimonio

Constante pérdida del Patrimonio de las Vías Pecuarias en la provincia de Guadalajara.

La provincia de Guadalajara, especialmente la zona más próxima a la capital, está sufriendo un continuo deterioro de sus vías pecuarias por las numerosas infraestructuras de carreteras, autopistas y ferrocarril (AVE), debido al imparable y descontrolado aumento de su población.
La continua expansión del suelo urbano en la capital y en todos los pueblos de sus alrededores no respeta, en su avance las vías pecuarias existentes que representan un patrimonio único en el mundo y que se han mantenido durante siglos hasta el día de hoy en gran parte gracias al esfuerzo de nuestros antepasados.