jueves, 16 de junio de 2011

Sierra de la Demanda / Trashumancia

Peregrinaje de riqueza

Un rebaño trashumante de 800 cabezas atraviesa parte de la Sierra de la Demanda para dirigirse al municipio riojano de Brieva de Cameros, donde permanecerá hasta octubre

Jesús Garzón, presidente del Consejo de la Mesta, acompaña a los dueños del rebaño como reivindicación de una forma de vida que puede tener futuro.
B. Antón / Bezares
El lunes llegaron a Bezares, un pueblo abandonado entre Huerta de Abajo y Monterrubio de la Demanda, justo donde empieza la Cañada Real de Merinas y desde la cual partieron hacia Brieva de Cameros, un municipio de La Rioja donde llegarán el sábado. Allí, más de 800 ovejas de los hermanos Javier y Adolfo Soriano, de Santa María de la Alameda, el pueblo con más tradición ganadera de la comunidad de Madrid, permanecerán durante todo el verano.
Al frente del ganado se encuentra Jesús Garzón, presidente del Consejo de la Mesta, que encabeza, con el apoyo de varias instituciones, entre ellas el Ministerio de Medio Ambiente, un proyecto que pretende demostrar que la actividad de la trashumancia es rentable para los ganaderos, además de que tiene otra serie de beneficios muy importantes como conservar el medio ambiente o generar puestos de trabajo. Este proyecto surgió a raíz de que en el año 1992 las Naciones Unidas aprobaron un Convenio de la Biodiversidad en el que pedían ayuda a los ciudadanos para que contribuyeran a la conservación de la biodiversidad ya que de ella dependía el futuro del planeta.
Hasta que las ovejas lleguen a su destino estival, Jesús Garzón, Nacho Zubeldu y los propietarios de los animales recorren junto a las reses kilómetros de monte, en los que paran a comer, descansar e incluso a dormir. «Los ganaderos que quieren hacer la trashumancia se ponen en contacto con nosotros, que les apoyamos facilitando rutas e itinerarios y les ayudamos tanto durante el trayecto como en los meses en los que están parados, aunque en estos ya sin presencia física», cuenta Garzón, que durante muchos años se dedicó a la conservación de la fauna. «Tras 50 años de estudio, me he dado cuenta que todo eso se basaba en la ganadería».
Pero la trashumancia también es una forma de vida entregada al ganado. Durante el tiempo que dura el trayecto los pastores se levantan a la seis de la mañana para recoger las tiendas en las que pasan la noche, ordeñar a las cabras y desayunar. Una hora después, a las 7, comienza el viaje, con la fresca. «El rebaño anda a 2 kilómetros por hora. Solemos caminar hasta las 10, aproximadamente 6 kilómetros, luego paramos para que coman, porque lo importante no es que anden mucho, sino que coman bien», dice. De nuevo a las 13 se para, así los pastores también pueden comer y aprovechan para hacer siesta junto al ganado, que se pone de nuevo en marcha a partir de las 17 ó 18 horas hasta el anochecer, donde se busca un nuevo lugar para pasar la noche. Cuando lleguen a La Rioja será diferente, allí, los propietarios del ganado han alquilado una casa para poder estar más cómodos mientras cuidan de su ganadería estos meses.
También forma parte del proyecto que encabeza Jesús Garzón la recuperación de la red nacional de las vías pecuarias. «Durante los últimos años hemos recorrido 80.000 kilómetros de cañadas con 80.000 cabezas y hemos conseguido que en el año 1995 se aprobara la nueva Ley de Vías Pecuarias, que ha servido para proteger 125.000 kilómetros con unas 400.000 hectáreas», explica Garzón.

Beneficios

Desde el Consejo de la Mesta se han propuesto que en el año 2020 se muevan por las diferentes vías pecuarias de la península ibérica 5 millones de cabezas de ganado, como sucedió hasta el siglo XVIII. «Eso generaría 30.000 puestos de trabajo. También estamos luchando porque además se reconozca a través de la FP una titulación de pastor. La ganadería extensiva puede ser una salida laboral para muchos jóvenes», señala Garzón.
Según el presidente del Consejo de la Mesta, la trashumancia es un patrimonio cultural y un legado único, del que España es un ejemplo mundial y que podría generar más riqueza si se apostara por ella. «La lana de las ovejas merinas es la más fina del mundo. Se vende a 2 euros kilo y ahí ya está obteniendo beneficio el ganadero. Si volviera esa industria textil a los pueblos, se generarían puestos de trabajo en el medio rural. Falta que las administraciones se lo crean y que apoyen al ganadero. Hay que quitarse los complejos, caminar con ovejas no es una aventura, sino un proyecto de futuro, que aporta trabajo y beneficios al medio ambiente», añade Garzón.  
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miércoles, 15 de junio de 2011

Miércoles, 8 junio 2011

Vías pecuarias; un camino que cambia de uso sin perder su importancia

Suplementos - Desarrollo Rural | EL DÍA 
En Castilla-La Mancha existen vías pecuarias con una extensión de 12.500 kilómetros que ocupan 50.000 hectáreas
Las vías pecuarias, ese nombre genérico bajo el que se recogen un sinfín de antiguos caminos, veredas, cañadas y azagadores, descansaderos y majadas, han cambiado con el paso del tiempo los usuarios de sus largos recorridos evolucionando de las cuatro patas del ganado a las dos piernas de los paseantes, del uso práctico al disfrute lúdico de los parajes por los que discurren. Una evolución que sin embargo no les ha hecho perder ni un ápice de su importancia.
    Unos caminos destinados al tránsito del ganado en busca del pasto cuando escaseaba en una parte de nuestro país y era necesario desplazarse. Un trasiego del que dependía en gran parte la economía y subsistencia de gran parte de la población debido a la importancia del ganado en esas épocas del año. Una importancia tal que les ganó la protección de los reyes y también los conflictos con los pastos y cultivos que atravesaban.
    Unas vías que garantizaban la subsistencia en el pasado y en el presente marcan el camino a recorrer para garantizar el futuro de nuestros pueblos y nuestro medio rural.
    Como reconocía recientemente el secretario general de Medio Rural del MARM, Eduardo Tamarit, vías pecuarias constituyen un valor público ambiental y cultural único en Occidente, susceptible de generar sinergias hacia la recuperación socioeconómica, potenciando un desarrollo endógeno y sostenible de los territorios.
    Recordaba Tamarit la importancia histórica que han tenido en la conservación de la naturaleza ya que, unidas íntimamente a la trashumancia, han contribuido a la conservación de ecosistemas semi-naturales de gran riqueza en términos de biodiversidad.
12.000 kilómetros en C-LM
Así, el 20% del territorio español corresponde a praderas y pastizales reconocidos como hábitats prioritarios para la Red Natura 2000, cuya conservación es posible gracias a la ganadería extensiva.
    Asociado a la trashumancia, ha añadido el Secretario General, se encuentra una red de pastizales longitudinales, las denominadas vías pecuarias, que con una longitud de 125.000 kilómetros cuentan con el estatus de dominio público de las Comunidades Autónomas, un reconocimiento único a nivel mundial.

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    De estas vías Castilla-La Mancha cuenta con casi el 10 por ciento del total nacional al discurrir por nuestro territorio más de 12.000 kilómetros de vías pecuarias, que suponen unas 50.000 hectáreas, siendo Ciudad Real la provincia con mayor porcentaje de este tipo de vía en su geografía.
    La Red Nacional de Vías Pecuarias, formada por las conocidas Cañadas Reales, tienen dignos exponentes en Castilla-La Mancha, destacando la Cañada Real Conquense, la Cañada de Molina, la de Beteta, la cañada de Rodrigo Ardaz, la de los Chorros o la cañada del Hoyo, entre otras muchas que nacen o discurren por nuestro territorio.
cambio de uso hacia el ocio
El secretario de Estado recordó la importancia del sector ganadero español asociado a las dehesas ya “constituye un instrumento de gran valor para construir un modelo productivo sostenible, respetuoso con los ecosistemas y paisajes, abierto a una gobernanza democrática y participativa, y dotado de una capacidad productiva de empleo que rebasa lo puramente estacional” pero también recordó la importancia de unir la conservación de la naturaleza con la cultura y el desarrollo económico.
    En este sentido desde el Gobierno regional de Castilla-La Mancha se ha señalado con reiteración que se trata de un patrimonio histórico, puesto que son consideradas corredores ecológicos, a las que pueden otorgársele usos complementarios al uso tradicional, como el paseo, el senderismo, la cabalgada y otras formas de desplazamiento deportivo sobre vehículos no motorizados.
    En su momento el consejero de Agricultura y Medio Ambiente, José Luis Martínez Guijarro, defendió la Ley de Vías Pecuarias de Castilla-La Mancha como un instrumento fundamental para gestionar mejor este patrimonio heredado desde hace siglos puesto que recoge otros usos más allá del ambiental, que para nosotros es muy importante. Además, la recuperación de estos espacios, muchos de ellos ocupados, contribuirá a desarrollar proyectos ligados al interés público y de ocio como el ecoturismo, tan demandado en los últimos años como nueva forma de viajar, o la práctica del senderismo.
    Un aprovechamiento al que Castilla-La Mancha pude sacar gran partido ya que nuestra región es un referente en lo que a turismo de interior se refiere y aumentando progresivamente el número de viajeros que nos eligen como turismo rural aumentando el potencial de los negocios de este sector y de los empresarios que apuestan por nuestro medio rural.


Casi 18 millones de inversión en C-LM
Con el fin de garantizar el adecuado mantenimiento de las vías pecuarias de Castilla-La Mancha el Gobierno regional puso en marcha un plan que comenzando con el análisis de la situación real de las vías en la región atacara los principales problemas y marcara las pautas de su conservación futura.
    En cuanto a los problemas detectaron que el principal enemigo de estas vías era la desaparición del ganado lo que provocaba la paulatina invasión de las vías para destinarlas a otros usos que en muchos casos chocaban frontalmente con la conservación de las mismas o bien eran directamente ocupadas.
    Para intentar frenar estas invasiones se potenciaba en el Plan las actuaciones para defender la integridad de las vías pecuarias, clasificación, deslinde, amojonamiento y señalización.
    Además conscientes de que la mejor conservación es dotar las infraestructuras de un uso se proponía incentivar las adecuaciones de las vías para usos socio-culturales en los tramos más cercanos a los núcleos urbanos además de aislarlas de las infraestructuras que pudieran afectar a su uso.
    Unos objetivos para los que estaba prevista una inversión de casi 18 millones de euros desde el 2005 al 2012. El objetivo final del Gobierno regional sería la creación de una red de corredores verdes que puedan conectar los espacios protegidos aprovechando las vías pecuarias de nuestra comunidad autónoma, esenciales para la migración o el intercambio genético de las especies silvestres.