viernes, 19 de abril de 2013


Cañada Real Soriana


Datos prácticos
Situación. La Granja, Torrecaballeros, Sotosalbos.

Cómo llegar. Desde Madrid por la carretera de A Coruña (A-6) hasta Villalba, donde se continúa por la M-601 hasta el Puerto de Navacerrada, y CL-601 hasta La Granja de San Ildefonso. Continuar luego por la SG-V-6121 dirección Torrecaballeros hasta la rotonda donde se inicia la carretera que lleva a Palazuelos del Eresma, a tres kilómetros de la salida de La Granja.

Distancia. 75 kilómetros desde Madrid.

Accesos. En la rotonda que marca el cruce entre las carreteras de Torrecaballeros y Palazuelos, tomar la pista que hacia el este se dirigue hacia unas construcciones situadas en una loma. Continuar 150 metros por la pista principal, hasta la intersección con la Cañada Real Soriana Occidental, que marcha paralela a la carretera de Torrecaballeros. Seguir la vía pecuaria hacia la izquierda, norte.

El rancho de la Marquesa y el arroyo de Miguel Bueno.| Marga Estebaranz


Aún hay tiempo. Todavía quedan unos meses para recorrer la Cañada Real Soriana Occidental, antes de que pierda el carácter que conserva desde la Edad Media. Esta vía pecuaria fue utilizada durante siglos por los rebaños de ovejas trashumantes, en su doble viaje anual entre las montañas del norte y las dehesas extremeñas. Es una de las más importantes de España y recorre todo el pie de sierra segoviano.

Aspirantes al Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, las cañadas reales fueron declaradas por Alfonso X en el lejano 1273. Tuteladas por el Honrado Concejo de la Mesta de Pastores, estas vías pecuarias para ser reales debían tener más de 500 kilómetros. La Cañada Real Soriana Occidental es una de las más largas y apenas ha cambiado desde entonces, a pesar de que hace mucho que dejaron de pasar las merinas por sus parajes. Conserva sus anchura de 90 varas, exactamente 72,22 metros, sin apenas ocupaciones en la práctica totalidad de sus 700 kilómetros diagonales, a través de Soria, Segovia, Ávila, Salamanca, Cáceres y Badajoz.

Uno de sus tramos más interesantes discurre entre La Granja de San Ildefonso y Sotosalbos. En la tirada se descubre el paisaje ovejero por excelencia, tal y como fue hace ocho siglos: paisaje cerealista, lomas reverdecidas por el invierno, que empalma una tras otra la terrosa raya de la cañada. Esparcidos por los contornos, hatillos de ganado campan a sus anchas. Restos de los viejos descansaderos, majadas y otros elementos de la maquila ovejera salen al paso del caminante. Todo esto va a cambiar dramáticamente, según puede deducirse al comprobar lo que se ha realizado al otro lado de la Sierra de Guadarrama.

Describía este blog hace unos días el llamado Camino Natural del Alto Lozoya, vía que recorre el valle entre el Monasterio del Paular y El Cuadrón. Consta de una ruta principal y seis itinerarios complementarios que en su conjunto alcanzan 53,2 kilómetros. Inaugurado en 2010, después de una fuerte actuación del programa de Caminos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, este recorrido no significó la construcción de un nuevo camino, sino la adecuación del conjunto de pistas y caminos rurales ya existente en la zona. De paso se llevó por delante el carácter tradicional y rural de las pistas y caminos existentes. A cambio dejó futuristas pasarelas peatonales, áreas de descanso y una larga cinta asfaltada, entre otras actuaciones que cambiaron para siempre aquellos escenarios, en aras de una innecesaria accesibilidad de unas vías que, salvo puntos concretos, no eran ni difíciles ni inaccesibles, con un gasto que superó de largo los dos millones de euros.



Destrucción innecesaria del patrimonio
El pasado 28 de enero de 2013 el Boletín Oficial del Estado publicó la resolución que da inicio a unas actuaciones similares en el lado norte de la sierra. Culminarán en el Camino Natural de Segovia, cuyo balasto encarnado arrasará hasta el último ápice de la autenticidad y el ambiente que hasta hoy conserva esta cañada real. Serán casi 350 kilómetros entre El Espinar y la Sierra de Ayllón, que afectará a 59 términos municipales y no diferirá de su hermano gemelo madrileño: aparcamientos, áreas de descanso, una rechinante pista asfaltada y otras actuaciones excesivas enmascaradas bajo el apellido Natural, que dejarán la Real Soriana como cacharrería tras el paso de un elefante.

El proyecto ha sido seriamente criticado por asociaciones conservacionistas y de amigos de las vías pecuarias, quienes no creen justificable abrir un camino normalizado sobre otro ya existente que, además, tiene mayor anchura, señalando que ciertas actuaciones tienen un carácter negativo. Se antoja la actuación como un gastar por gastar, imperdonable en tiempos tan duros como los que vivimos, donde los gestores deben cuidar el dinero en vez de tirarlo para llevarse por delante unos caminos y sus paisajes que optan a ser Patrimonio de la Humanidad.

Para más inri, a principios del milenio se colocó una exhaustiva y precisa cartelería, así como abundantes indicadores, que sí resultan absolutamente respetuosos con el espíritu de las vías pecuarias. Curiosamente, fue el mismo Ministerio de Medio Ambiente quien corrió con los gastos, eso sí generosamente cofinanciados con los fondos para el desarrollo rural aportados por la Unión Europea. Ese dinero gastado hace tan poco, se enterrará bajo una nueva montaña de dinero que destacará en mitad de la crisis salvaje que vivimos.

La maquinaria ministerial es imparable y dentro de poco empezarán las obras. Conviene, por tanto, apresurarse esta primavera para recorrer la hermosa y sencilla ruta, que para nada necesita una actuación tan agresiva. Ancha, despejada y tan franca, que en muchos tramos puede recorrerse con un cochecito para niños sin el menor quebranto.



Rumbo directo a la Mesta
El tramo que se extiende entre La Granja de San Ildefonso y Sotosalbos es uno de los más recomendables para que el paseo de fin de semana lleve al excursionista directamente a los tiempos de la Mesta. Trazada con sabiduría campesina, corre un par de kilómetros hacia el Norte, para a continuación enfilar sin desviarse rumbo Noroeste hasta la villa medieval. Lo hace justo a los pies mismos de las últimas eminencias de la sierra, de manera que, aunque tiene algunos repechos, estos son poco importantes, discurriendo el camino horizontal en la mayor parte del tramo.

Junto al desvío de la carretera entre La Granja y Torrecaballeros que lleva a Palazuelos del Eresma, se localiza el primero de los carteles que señalan con precisión el rumbo que debe seguirse. Aquí se localizaba el descansadero de Gamones, una de aquellas corralizas de fortuna donde los pastores protegían a sus rebaños para pasar la noche. Elegir la pista que surge a 150 metros de la rotonda que señala el cruce y continúa hacia la izquierda, rumbo Norte y paralela al asfalto. La cañada delimita las últimas estribaciones del pico de La Atalaya, cima secundaria desmembrada del cordal principal del Guadarrama.

Se cumbrea un altozano que hacia el Norte ofrece generosas vistas de la llanada, rota en su centro por la torre de la catedral segoviana, aguja de brújula que atrae todas las miradas. El paso bajo un tendido precede las curvas que ascienden hasta un cordal que baja de La Atalaya. Sigue un solitario descenso hasta una encrucijada de pistas. A la izquierda se llega a Tres Casas, en cuya casa de esquileo se pelaron cien mil ovejas.

De frente se continúa hasta el cercano rancho de la Marquesa, orillas del arroyo de Miguel Bueno. Fue uno de los más importantes de este tramo de la cañada real y donde se alzaba el encerradero de Cabanillas del Monte, situada a 1,2 kilómetros. Una segunda pista lleva a la izquierda, rumbo Noroeste hasta esa localidad.

Seguir por la cañada, dirección Noroeste por un largo, rectilíneo y horizontal camino. Un nuevo desvío a la izquierda lleva a Cabanillas. El tercero y el cuarto, siempre a la misma mano, conducen a Torrecaballeros a la altura de la finca de Las Suertes. La vía pecuaria cruza acequías y arroyuelos, y atraviesa pistas en su rumbo hacia la medieval Sotosalbos. El paso sobre los arroyos del Tercio y de la Peña del Gato preceden al cruce sobre el río Pirón, desde donde las casas de Sotosalbos nos parecen casi al alcance de la mano.

Un caballo pasta en las cercanías de La Granja con la Sierra de Guadarrama al fondo.| Marga Estebaranz

Ficha
Horario.  Entre 3.30 y 4 horas.

Longitud. 15 kilómetros.

Desnivel. 70 metros. (Rotonda carretera Palazuelos, 1.155 metros; Cañada Real Soriana Occidental, Las Suertes, 1.225 metros).

Dificultad. Ruta sin ninguna dificultad, por una ancha pista, sin apenas desnivel y señalizada con abundante cartelería

Recorrido. Lineal.

Equipo. Botas de senderismo, protección contra el frío y el sol. Agua.

Recomendaciones. Ruta ideal para realizar en bicicleta ida y vuelta. Si se hace a pie lo mejor es emplear dos coches, para dejar uno al inicio, en La Granja, y otro al final, Sotosalbos. En caso de utilizar un único coche, habrá que hacer el recorrido ida y vuelta. Una buena opción en este caso, es llegar solo hasta el rancho de la Marquesa, lo que supone 6 kilómetros ida y vuelta desde la rotonda de la carretera de Palazuelos.
http://www.metropoli.com/blogs/al-aire-libre/2013/04/07/canada-real-soriana.html

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